viernes, 5 de febrero de 2016

La palabra aún puede rescatar a todos

En intercambio de ideas, Roy y Galeano llaman a defender la verdad sin concesiones.

Resultado de imagen de eduardo galeano arundhati royEduardo Galeano y Arundhati Roy insisten en defender la palabra, en dar nombre a las cosas y en que hablar con la verdad ante el poder aún nos puede rescatar a todos.

Dicen que son gemelos. A veces ven los mismos colores en el mundo, a veces no, pero ambos son cazadores de la verdad en un entorno inundado de engaños, mentiras, sobre todo -afirman- eso de que nada se puede hacer, de que toda alternativa a esta realidad ya ha sido anulada.

Resultado de imagen de eduardo galeano arundhati roy"En tiempos oscuros, tengamos el talento suficiente para aprender a volar en la noche, como murciélagos; seamos lo suficientemente sanos como para vomitar las mentiras que nos obligan a tragar cada día; seamos lo suficientemente valientes como para tener el coraje de estar solos y lo suficientemente valientes como para arriesgarnos a estar juntos...
"Seamos lo suficientemente maduros como para saber que podemos ser compatriotas y contemporáneos de todos los que tienen una voluntad de belleza y una voluntad de justicia, sin importar dónde nacieron ni dónde se encuentran, porque no creemos en las fronteras de los mapas ni del tiempo, seamos lo suficientemente tercos como para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena....
"Seamos lo suficientemente locos como para ser llamados locos... seamos lo suficientemente inteligentes como para ser desobedientes cuando recibimos órdenes contradictorias a nuestra conciencia o contra el sentido común"
arundhati
“Siempre ha estado Arundhati Roy donde creía que debía estar. Y siempre, en la literatura y especialmente en la vida, ha creído que debía estar en el otro lado. Sin dudarlo, sin sentirlo”.
“Nació -poco importa que viera la luz en Kerala que fuera libremente educada por su madre, que le gustara ir en bicicleta, que se hiciera arquitecta, que fuera actriz de cine y televisión, guionista y hasta profesora de aerobic- (nació) el día que ganó el Booker Prize en 1997 con “El dios de las pequeñas cosas” y desató las iras de los sectores más recalcitrantes de la sociedad india por su atrevimiento al contar los amores de una dama con un intocable, y que fue criticado por su obscenidad y corrupción moral; esto le costó una acusación criminal que aún circula por los juzgados y que le ha impedido traducir su libro en algunos estados del país. Pero no se inmutó. Su novela arrasó en los cinco continentes, fue traducida a todos los idiomas posibles, ganó numerosos y prestigiosos premios y la hizo rica”.
Fue su primera provocación y no iba a ser la última.
… y la acusaron de todo tipo de delitos. El Tribunal Supremo se sintió aludido y puso en tela de juicio el derecho de la escritora a criticar sus veredictos en este caso. La Autoridad Única también se sintió aludida pero ella siguió diciendo lo que pensaba. No rectificó sino que se ratificó. Fué a la cárcel; sabe que está en constante libertad vigilada pero no le importa.
 Arundhati Roy, la mujer de las pequeñas cosas, es algo más que una escritora que una vez ganó un gran premio. Es la voz de los harapientos que no tienen voz, que no tienen futuro y se están quedando sin presente. Dice que publicará otra novela cuando tenga algo que contar; mientras tanto se dedica a escribir lo que nadie se ha atrevido a escribir.
“He sido acusada de todo tipo de cosas,
algunas ciertas, otras no.
Estoy muy feliz de tener un certificado de carácter
en el que dice que no tengo una buena conducta moral”.
el dios de las pequeñas cosas

El "dios de las pequeñas cosas“, de la escritora india Arundhati Roy, es una novela atravesada por la magia de quien es capaz de mostrar la belleza de cada minúsculo momento de una vida.
Un libro sobre historias de amor que no pueden ser (y a veces son; y a veces no), que “en realidad comenzaron en los días en que se establecieron las leyes que determinan a quién debe quererse. Y cómo. Y cuánto“.
Y también de las cosas que les hacían volver a respirar, las otras, las pequeñas: “Las Grandes Cosas siempre se quedaban dentro. No tenían adónde ir. No tenían nada, ningún futuro. Así que se aferraron a las Pequeñas Cosas.” Porque detrás de la aparente tristeza hay, rascando con cuidado, un fresco que muestra una imagen de definitiva -aunque diminuta- felicidad.

"La piel. El cuerpo que no existía más que donde él tocaba. El resto de su cuerpo era humo”

Cuando anunció los ataques aéreos, el presidente George Bush dijo: “Somos una nación pacífica” . El embajador favorito de EE.UU, Tony Blair (quien también actuó como primer ministro de Gran Bretaña) se hizo eco: “Somos un pueblo pacífico”.
Así que ya lo sabemos. Los cerdos son caballos. Las muchachas son hombrecitos. La guerra es la paz.
El amor es odio, el norte es sur, la paz es guerra.
Resultado de imagen de arundhati roy frases “En América, la industria armamentística, la petrolífera y las mayores redes de medios de difusión, incluso la política exterior, todas están controladas por las mismas corporaciones empresariales”.
“¿Qué significa la paz en un mundo en el que la riqueza de 587 billonarios supera el producto interno bruto conjunto de los 135 países más pobres del mundo ? ¿O cuando los países ricos que pagan subsidios agrícolas de mil millones de dólares al día, fuerzan a los países pobres a disminuir sus subvenciones?
¿Qué significa la paz para las personas que viven en las ocupadas Irak, Palestina, Cachemira, Tíbet y Chechenia? ¿O para los aborígenes de Australia, o el Ogoni de Nigeria, o los kurdos en Turquía, o los dalit y adivasi en India?
¿Qué significa la paz a los no musulmanes en los países islámicos, o para las mujeres en Irán, Arabia Saudita y Afganistán? ¿Qué significa para los millones de personas que se ven obligadas a abandonar sus tierras por las presas y los proyectos de desarrollo? ¿Qué significa la paz para los pobres que están siendo despojados de sus recursos y para los cuales la vida cotidiana es un triste batalla por el agua, el refugio, la supervivencia y, sobre todo, la batalla por algo parecido a la dignidad? Para ellos, la paz es la guerra. “
“Sólo hay un sueño que merezca la pena tener…
vivir mientras estás vivo, y morir sólo cuando estás muerto”
“Por el amor. Para ser amado. Para nunca olvidar su propia insignificancia. Para nunca acostumbrarse a la violencia indecible y la vulgar disparidad de la vida que te rodea. Para buscar la alegría en los lugares más tristes. Perseguir la belleza a su guarida. Para nunca simplificar lo que es complicado o complicar lo que es simple. respetar la fortaleza, nunca el poder. Sobre todo, para ver. para tratar de entender. para nunca mirar a otro lado. y nunca, nunca, para olvidar".

martes, 14 de abril de 2015

Eduardo Galeano



Comienzo del libro Patas arriba La escuela del mundo al revés  (Eduardo Galeano)


¡Vayan pasando, señoras y señores! 

¡Vayan pasando! 
¡Entren en la escuela del mundo al revés! 
¡Que se alce la linterna mágica! 
¡Imagen y sonido! ¡La ilusión de la vida! 
¡En obsequio del común lo estamos ofreciendo! 
¡Para ilustración del público presente y buen ejemplo de las generaciones 
venideras! 
¡Vengan a ver el río que echa fuego! 
¡El Señor Sol iluminando la noche! 
¡La Señora Luna en pleno día! 
¡Las Señoritas Estrellas echadas del cielo! 
¡El bufón sentado en el trono del rey! 
¡El aliento de Lucifer nublando el universo! 
¡Los muertos paseándose con un espejo en la mano! 
¡Brujos! ¡Saltimbanquis! 
¡Dragones y vampiros! 
¡La varita mágica que convierte a un niño en una moneda! 
¡El mundo perdido en un juego de dados! 
¡No confundir con las groseras imitaciones! 
¡Dios bendiga a quien vea! 
¡Dios perdone a quien no! 
Personas sensibles y menores, abstenerse. 


(Basado en los pregones de la linterna mágica, del siglo dieciocho) 



Hoy en día, ya la gente no respeta nada. Antes, poníamos en un pedestal la virtud, el honor, la verdad y la ley... La corrupción campea en la vida americana de nuestros días. Donde no se obedece otra ley, la corrupción es la única ley. La corrupción está minando este país. La virtud, el honor y la ley se han esfumado de nuestras vidas. 

(Declaraciones de Al Capone al periodista Cornelius Vanderbilt Jr. Entrevista publicada en la revista Liberty el 17 de octubre de 1931, unos días antes de que Al Capone marchara preso.) 



Educando con el ejemplo 

Resultado de imagen de eduardo galeano utopiaLa escuela del mundo al revés es la más democrática de las instituciones educativas. No exige examen de admisión, no cobra matrícula y gratuitamente dicta sus cursos, a todos y en todas partes, así en la tierra como en el cielo: por algo es hija del sistema que ha conquistado, por primera vez en toda la historia de la humanidad, el poder universal. En la escuela del mundo al revés, el plomo aprende a flotar y el corcho, a hundirse. Las víboras aprenden a volar y las nubes aprenden a arrastrarse por los caminos. 

Los modelos del éxito 

El mundo al revés premia al revés: desprecia la honestidad, castiga el trabajo, recompensa la falta de escrúpulos y alimenta el canibalismo. Sus maestros calumnian la naturaleza: la injusticia, dicen, es la ley natural. Milton Friedman, uno de los miembros más prestigiosos del cuerpo docente, habla de «la tasa natural de desempleo». Por ley natural, comprueban Richard Herrstein y Charles Murray, los negros están en los más bajos peldaños de la escala social. Para explicar el éxito de sus negocios, John D. Rockefeller solía decir que la naturaleza recompensa a los más aptos y castiga a los inútiles; y más de un siglo después, muchos dueños del mundo siguen creyendo que Charles Darwin escribió sus libros para anunciarles la gloria. 

Resultado de imagen de eduardo galeano utopia¿Supervivencia de los más aptos? La aptitud más útil para abrirse paso y sobrevivir, el killing instinct, el instinto asesino, es virtud humana cuando sirve para que las empresas grandes hagan la digestión de las empresas chicas y para que los países fuertes devoren a los países débiles, pero es prueba de bestialidad cuando cualquier pobre tipo sin trabajo sale a buscar comida con un cuchillo en la mano. Los enfermos de la patología antisocial, locura y peligro que cada pobre contiene, se inspiran en los modelos de buena salud del éxito social. Los delincuentes de morondanga aprenden lo que saben elevando la mirada, desde abajo, hacia las cumbres; estudian el ejemplo de los triunfadores y, mal que bien, hacen lo que pueden para imitarles los méritos. 

Pero los «jodidos siempre estarán jodidos», como solía decir don Emilio Azcárraga, que fue amo y señor de la televisión mexicana. Las posibilidades de que un banquero que vacía un banco pueda disfrutar, en paz, del fruto de sus afanes son directamente proporcionales a las posibilidades de que un ladrón que roba un banco vaya a parar a la cárcel o al cementerio. 

Cuando un delincuente mata por alguna deuda impaga, la ejecución se llama ajuste de cuentas; y se llama plan de ajuste la ejecución de un país endeudado, cuando la tecnocracia internacional decide liquidarlo. El malevaje financiero secuestra países y los cocina si no pagan el rescate: si se compara, cualquier hampón resulta más inofensivo que Drácula bajo el sol. La economía mundial es la más eficiente expresión del crimen organizado. Los organismos internacionales que controlan la moneda, el comercio y el crédito practican el terrorismo contra los países pobres, y contra los pobres de todos los países, con una frialdad profesional y una impunidad que humillan al mejor de los tirabombas. 

El arte de engañar al prójimo, que los estafadores practican cazando incautos por las calles, llega a lo sublime cuando algunos políticos de éxito ejercitan su talento. En los suburbios del mundo, los jefes de estado venden los saldos y retazos de sus países, a precio de liquidación por fin de temporada, como en los suburbios de las ciudades los delincuentes venden, a precio vil, el botín de sus asaltos. 

Resultado de imagen de eduardo galeano utopiaLos pistoleros que se alquilan para matar realizan, en plan minorista, la misma tarea que cumplen, en gran escala, los generales condecorados por crímenes que se elevan a la categoría de glorias militares. Los asaltantes, al acecho en las esquinas, pegan zarpazos que son la versión artesanal de los golpes de fortuna asestados por los grandes especuladores que desvalijan multitudes por computadora. Los violadores que más ferozmente violan la naturaleza y los derechos humanos, jamás van presos. Ellos tienen las llaves de las cárceles. En el mundo tal cual es, mundo al revés, los países que custodian la paz universal son los que más armas fabrican y los que más armas venden a los demás países; los bancos más prestigiosos son los que más narcodólares lavan y los que más dinero robado guardan; las industrias más exitosas son las que más envenenan el planeta; y la salvación del medio ambiente es el más brillante negocio de las empresas que lo aniquilan. Son dignos de impunidad y felicitación quienes matan la mayor cantidad de gente en el menor tiempo, quienes ganan la mayor cantidad de dinero con el menor trabajo y quienes exterminan la mayor cantidad de naturaleza al menor costo. 

Caminar es un peligro y respirar es una hazaña en las grandes ciudades del mundo al revés. Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen. El mundo al revés nos entrena para ver al prójimo como una amenaza y no como una promesa, nos reduce a la soledad y nos consuela con drogas químicas y con amigos cibernéticos. Estamos condenados a morirnos de hambre, a morirnos de miedo o a morirnos de aburrimiento, si es que alguna bala perdida no nos abrevia la existencia. 

¿Será esta libertad, la libertad de elegir entre esas desdichas amenazadas, nuestra única libertad posible? El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo: así practica el crimen, y así lo recomienda. En su escuela, escuela del crimen son obligatorias las clases de impotencia, amnesia y resignación. Pero está visto que no hay desgracia sin gracia, ni cara que no tenga su contracara, ni desaliento que no busque su aliento. Ni tampoco hay escuela que no encuentre su contraescuela.